Las personas que establecen patrones de sueño regulares tienen menos probabilidades de ser abrumadas por pensamientos negativos.
Según una investigación de la Universidad de Binghamton, publicado en «Cognitive Therapy and Research», el bienestar mental de una persona puede verse afectado por sus hábitos de sueño.
Según el estudio, los que van a la cama muy tarde por la noche y duermen durante períodos relativamente cortos de tiempo son más propensos a luchar contra pensamientos negativos que otros.
Jacob Nota, uno de los científicos que realizaron el estudio, concluye que ir dormir en el momento adecuado puede ser una «intervención barata y fácilmente realizable para las personas que son molestadas por pensamientos intrusivos».
Meredith Coles, otra experta que trabajó en la investigación, añade que si más estudios sugieren una relación entre el ritmo del sueño y los pensamientos negativos repetitivos, se podría «conducir un día a una nueva vía para el tratamiento de las personas con trastornos de internalización».
Sin embargo, el profesor Jim Horne del Centro de Investigación del Sueño de la Universidad de Loughborough, miembro de la Sociedad Británica de Psicología, afirma que «Calidad y cantidad del sueño son una prueba de fuego del bienestar mental de uno mismo. No es probable que sólo con el tratamiento del sueño para tratar de mejorar los pensamientos negativos, éstos se puedan superar. Lo más probable es al revés, en el que la paz de la mente a la hora de dormir conlleva a dormir sin problemas «.
Fuente: British Psychological Society