En julio la Junta de Gobierno del Colegio oficial de psicología de Catalunya, emitió un comunicado en el que se posicionaba en contra del uso del concepto “Síndrome de alienación parental” y apelaba a la conveniencia de referirse, en su lugar, a “Interferencias Parentales”. Bien, en este vídeo podéis escuchar la descripción y reflexión sobre estos conceptos, un par de ejemplos prácticos sobre el tema y algunas sugerencias y recomendaciones para afrontar este tipo de situaciones. Aquí lo tienes!
Brevemente, para l@s que no sepáis qué es esto del Síndrome de Alienación Parental, el psiquiatra infantil Richard Gardner, su creador, lo definió como <un trastorno que se origina primordialmente en el contexto de disputas de la custodia de menores en las causas de divorcio. Su manifestación primordial es la campaña de denigración del niño en contra de un progenitor, una campaña que no tiene justificación. Resulta de la combinación de una programación (lavado de cerebro) del progenitor alienador y contribuciones propias del niño en la vilificación del progenitor denigrado>. Resumiendo: un progenitor manipula al hijo y consigue ponerlo en contra del otro progenitor, haciendo que el menor lo denigre y lo rechace, y según él, esto es un síndrome que incluye una lista de criterios diagnósticos.
Este concepto lo empezó a difundir a mediados de los años 80 y se fue extendiendo por los cinco continentes durante la última década del S.XX y la primera del S.XXI. Fue muy polémico desde el principio, ya que en su definición original, Gardner afirma que 1) quien manipula es generalmente la mujer, 2) define el Síndrome como un conflicto que tiene como razón de ser obtener la custodia del hijo, 3) incluye la denuncia por violencia (de genero, abuso sexual…) como síntoma propio del síndrome, es decir, “como hay una denuncia de maltrato, es que hay síndrome”, y 4) propone como tratamiento terapéutico para dicho síndrome utilizar la amenaza y coacción legal hacia el menor y el progenitor supuestamente alienador; por ejemplo, que si la madre no convencía al hijo a que se encontrara con su padre con buena predisposición, la madre debería recibir una sanción en forma de multa, retirada de custodia o pena de cárcel y que el hijo debía ser obligado a estar con el padre. Con el paso de lo años Gardner y sus defensores fueron suavizando el discurso y matizando las medidas, pero el daño ya estaba hecho.
El choque entre defensores y detractores de este “síndrome de alienación” ha sido mayúsculo y con razón: está en juego la seguridad y protección de menores inocentes que son utilizados como arma de guerra, cuando no rehenes psicológicos, en disputas judiciales de las que deberían mantenerse al margen.
No es objeto de este vídeo profundizar en el debate de si el supuesto Síndrome de Alienación Parental existe o no, pero sí voy a hacer unas reflexiones al respecto.
Es evidente que la manipulación y la alienación puedan darse en las interacciones tóxicas entre personas, pero también es evidente que no podemos aceptar a la ligera que exista un trastorno, un síndrome. Hasta donde hoy conozco, nunca se ha atribuido ningún tipo de trastorno o síndrome a las personas que han sido captadas por una Secta, aunque se reconoce que las víctimas de sectas coercitivas pueden facilmente acabar alienadas. Tampoco se ha hecho a las víctimas de maltrato psicológico en el ámbito de la pareja, atribuyéndoles por ejemplo un trastorno del estilo “síndrome de alienación conyugal”, a pesar de que muchas víctimas de abuso psicológico han acabado rechazando y aislándose de amistades y familia a causa de la manipulación de la pareja abusiva.
Por estos y otros motivos de rigor científico, es lógico que ninguna asociación profesional ni científica de la salud mental haya reconocido este constructo.
El artículo sigue en el vídeo adjunto de youtube.
2 respuestas a “A propósito del Síndrome de Alienación Parental.”
Thanks for the article!
bufff..
No me puedo sentir más identificado.
Hace 3 años que no veo ni hablo con mi hija.
Su madre ha cumplido su amenaza de que no iba a venir a verme más..
Es una sensación horrible…
Incluso llegas a sentir el Síndrome de Estocolmo, intentando justificar su actitud.
Por otra parte, la niña ha ido a un Punto de Encuentro Familiar, donde la indiferencia e incapacidad para resolver la situación es absolutamente demoledora.
Una situación absolutamente compleja y muy destructiva para el niño y el progenitor alienado (da igual que sea padre o madre, somos personas)
Hay que ser fuerte y pensar que algún dia se arreglará. Ahora bien, la manipulación por parte del progenitor alienador no creo que cese nunca, si no es obligada por los juzgados, o cesara cuando el niño o niña crezca y se de cuenta de la barbaridad que ha tenido que vivir.
Espero que las secuelas que padezca mi hija no sean demasiado graves.
Por otra parte, la sociedad ha de ser consciente del problema, cada vez mayor, y de la injusticia tan increíble que se está cometiendo.
Robarías un reloj?
Robarías un coche?
Le robarías a tu hijo su felicidad y su madre o padre?
Por increíble que parezca la ley ampara al criminal. Son casos evidentes de violencia vicaria.
Por supuesto, ni a mi ni a mi ex mujer nos han peritado ningún sicólogo, y a mi hija sólo de forma rápida un Instituto Público especializado.
Terrible
Surrealista
Cruel
INCREÍBLE